Vivimos en nuestros días tiempos de muchos retos e incertidumbre y esto lo vemos reflejado en el ámbito; ambiental, económico, educativo, laboral, en la salud y vivienda, entre otros aspectos. Esto contribuye a que las familias, comunidades y nuestra sociedad en general no disfrutemos de la paz que tanto anhelamos, al estar enmarcados en cosas negativas que no nos ayudan a salir de ese círculo vicioso que nos atrapa a diario.
Las situaciones surgen inesperadamente y en muchas ocasiones no tenemos el control de las mismas, sí podemos tener el control de cómo las aceptamos y cómo las enfrentamos. Para ello es necesario que estemos verdaderamente conscientes y enfocados en quiénes somos y cuál es nuestro propósito en la vida. Por eso es importante analizar cada una de las situaciones desde afuera sin adentrarnos en estas, o sea que simplemente nos convirtamos en espectadores, sin que las emociones nos involucren y sin presentarles resistencia. Pero, si la resistencia aparece tenemos que enfrentarla con afirmaciones positivas que nos ayuden a cambiarla, por ejemplo podemos decir; “esta situación nos hace más fuerte…vamos a salir hacia delante y vamos a tener éxito”. Confiar en las capacidades que tenemos, aprender a enfocarnos en lo que estamos haciendo en el tiempo presente, sin distracciones, buscando ayuda en alguien en quién podamos confiar, darnos el tiempo necesario para sanar y dejar ir, dejar a un lado aquellas cosas de las que no tenemos el control, perdonarnos y perdonar a los demás, son cosas necesarias para que podamos hacer una transformación.
El presentar resistencia al cambio o a situaciones trae consigo ansiedad, angustia, depresión, dolor, estrés, pensamientos negativos y sufrimientos. Aprender hacer agradecidos por las situaciones que enfrentamos a diario, transformar ese momento de sufrimiento en algo positivo, esto a su vez, nos ayudará a transformar la vida. Visualicémonos en un ambiente de paz, rodeados de cosas agradables que nos brinden felicidad, creando nuestra propia vida en la forma que deseamos, alimentando nuestro espíritu y fortaleciendo nuestra alma. Recordemos que todo lo que nos rodea y tenemos en la vida es el resultado de nuestros propios pensamientos.
Liberémonos de la ansiedad, depresión, miedo, preocupaciones, soledad, tristezas y busquemos en nuestro interior esa calma que nos brindará la paz que necesitamos en estos tiempos difíciles. Disfrutemos de la vida, aprendamos amar, a compartir con amigos y familiares, bailar, cantar, escribir, escuchar, leer, meditar, respirar profundo y buscarle el sentido a la vida. No importa lo que esté pasando a nuestro alrededor, ni cuán difícil sea la situación, todo tiene un propósito y al final será para bien. Cuidemos nuestro cuerpo, mente y pensamientos, encontremos la paz y seamos capaces de ser felices aun cuando las circunstancias sean adversas. Nacimos para aprender y para disfrutar la vida…y este es el momento, que la paz nos acompañe.
