Por: Evelyn Ortiz Avilés
(Lagenaria siceraria, porongo, mate, guaje, jícaro, acocote, calabaza del peregrino, güiro, güira, güícharo, reco-reco, churuca)
Planta trepadora anual de origen Africano, difundida por América, Cuba, Ecuador, el Caribe y Panamá. Prefiere un suelo bien drenado, fértil, húmedo y soleado, donde se desarrolla de manera silvestre similar a la planta de calabaza. Sus hojas son pecioladas, alternas, reniformes y de hasta 30 cm de largo. El fruto es un tipo de calabaza recta, que puede llegar a crecer más de 3 pies de largo. Cuando el fruto está tierno es de color verde claro y se puede consumir, pero cuando madura por completo su piel se torna de color marrón claro y corteza dura que se utiliza para la elaboración de instrumentos musicales y para artesanías.
Es uno de los instrumentos típicos de percusión de Brasil, Cuba, Colombia, Haití, México, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana, entre otros países latinoamericanos. Para su elaboración se toma el fruto cuando está hecho, pero que no ha madurado por completo. Se le hacen 2 huecos en el centro para colocar los dedos de la mano izquierda cuando se utiliza como instrumento de percusión, y se les extrae su pulpa. Del otro lado de su superficie se le hacen varias ranuras paralelas y luego se deja secar por varios días hasta que cure bien. Para tocar el güiro se utiliza una especie de varilla u horquilla grande para pasarla sobre las ranuras. Estas a su vez, producirán un rítmico sonido que permitirá marcar el compás de la música y del baile.
