Como Mantener un Suelo Sano

Es un recurso muy valioso. Un suelo sano tiene la capacidad de funcionar como un sistema vivo, contiene y retiene los nutrientes, retiene el agua, tiene buena textura, un pH equilibrado, es rico en materia orgánica, y micronutrientes, tiene buen drenaje y no es salino. Es un recurso muy valioso que requiere de cuidados y atenciones especiales. Para que un suelo pueda producir alimentos es fundamental que tenga el balance nutricional adecuado; nitrógeno, fósforo, potasio, cal, azufre, calcio y magnesio, entre otros nutrientes. Estos contribuyen a que las plantas puedan crecer, mantenerse firmes, derechas y desarrollarse de manera saludable.

En la estructura del suelo debe haber aire, agua y un buen drenaje para que los nutrientes puedan pasar a través de las raíces de las plantas a las hojas. Estas últimas a su vez, al caer al suelo se combinan con insectos, hongos, pequeños organismos, bacterias y gusanos, para alimentarlo con materia orgánica y producir humus o mantillo de cobertura. El suelo se clasifica en; arcilloso, arenoso, limoso, mixto, areno-arcilloso, ácido, etc., y es la base principal sobre la cual se asienta una planta. Así que, antes de comenzar a plantar, lo primero que debes hacer es un análisis de suelo. Esto te ayudará a determinar el tipo de suelo del que dispones y te facilitará el proceso de cultivo.

Para mantener los suelos sanos, fértiles y productivos durante muchos siglos se ha utilizado la técnica de la rotación como una alternativa efectiva. Esto ayuda a evitar la erosión, el control de malezas, el control de plagas y de enfermedades en las plantas. Al rotar los cultivos se alternan las plantas de diferentes familias, diferentes necesidades nutritivas y en distintos ciclos para evitar que el suelo se agote, pierda su fertilidad y que aquellas enfermedades que afectan a las plantas se perpetúen por tiempo indefinido. Para mantener un suelo sano sigue las siguientes recomendaciones:

1. Afloja el terreno sin tener que ararlo.
2. Forma suelo nuevo con la descomposición de raíces y hojas trituradas.
3. Añade estiércoles de vaca, caballo, conejo o gallinaza.
4. No quemes o uses el fuego como una forma de limpiar el suelo.
5. Rota los cultivos para evitar que el suelo se debilite o pierda sus nutrientes.
6. Nunca dejes al suelo sin una capa de cobertura.
7. Haz terrazas o zanjas para captar y retener el agua de lluvia.
8. Planta leguminosas que aporten nitrógeno al terreno.
9. Mantén la población de lombrices de tierra como una excelente alternativa orgánica para restablecer suelos faltos de nutrientes.
10. Mantén un control biológico para combatir las plagas utilizando las plantas de acompañamiento.
11. Aplica al suelo materia orgánica.

Si sigues estos consejos podrás mantener un suelo sano que te producirá alimento durante todo el año